En este sentido, se hizo especial hincapié en dejar claro nuestro desacuerdo con la ampliación y previsión de suelo urbano que se contempla en el proyecto; lo inaceptable que resulta para un espacio de estas características prever casi 5000 h de cultivo intensivo al aire libre; la desprotección en que quedan todas las aguas interiores a excepción de las restrictivas reservas integrales previstas; que es contrario a derecho que una disposición de tutela medioambiental pretenda legalizar todas las infracciones cometidas, etc. Y, sobre todo, que no debe aprobarse un nuevo PORN sin solucionar algunos de los problemas seculares. Los propietarios anteriores a 1987, que ya deben ser muy pocos, han de ser resarcidos por la declaración de sus propiedades como suelo protegido. Permuta de terrenos, indemnizaciones, planificación de los usos, etc. Evidentemente, todos los compradores posteriores están en muy diferente situación, compraban a sabiendas suelo protegido y eso es lo que deben seguir teniendo: suelo protegido. El precio que pagaran por unas expectativas que pasaban por desproteger el espacio y cambiar el uso es asunto de cada particular, sobre lo que no existe ninguna responsabilidad de las Administraciones. Es como jugar a la lotería y perder. En realidad, debiera ser como tirar el dinero, porque debería ser una lotería que nunca toca.
Algunos ejemplos evidencian que la responsabilidad en el rechazo del Parque la tienen en exclusiva las autoridades y administraciones públicas que han convertido el Parque en un castigo para sus habitantes. Pensemos en las propiedades limítrofes al gran sector urbano de El Algarrobico. Una de las grandes fincas colindantes es de una familia de Carboneras, la zonificación que previó y prevé el PORN no le deja tocar ni una piedra, por los muchos valores ecológicos de ese territorio que es idéntico a los de El Algarrobico o incluso inferiores. Al otro lado de ese sector urbano, la Junta acaba de anunciar un retracto sobre otra finca por los mismos valores ecológicos, vendida a muy buen precio porque los compradores actuales han debido entender que sería una continuación de El Algarrobico. En este asunto ¿quién es la única parte perdedora?, pues, como siempre, la familia de Carboneras, que debe estar contentísima con este Parque. Otro ejemplo: hace más de un año unos señores compraron en las proximidades a la barriada de San Miguel de Cabo de Gata una gran porción de metros de suelo protegido; el precio parecía astronómico, a 30.000 de las antiguas pesetas el metro cuadrado. En el proyecto de PORN este suelo ya aparece como urbano. ¿Qué ha sucedido aquí? Difícil de explicar sin utilizar la palabra corrupción ¿verdad? Menos mal que los que vendieron del pueblo cogieron un gran pellizco. Si nuestra Administración fuera como tiene que ser, ahora se encontraría con que no tiene que pagar ni a unos ni a otros y el suelo tan ricamente como protegido se queda.

Al cierre de este número de la revista, nuestra Asociación había tramitado ante la Junta unas 11.000 alegaciones de particulares. Por supuesto, la Administración no nos ha recibido con los brazos abiertos, sino todo lo contrario. No ha cesado en poner obstáculos a la presentación para registro de estas alegaciones. No se ha reforzado al personal de registro para agilizar su tramitación, sino que se ha rebuscado entre la normativa estatal de manera que se nos ha exigido que la presentación de alegaciones se hiciera de 20 en 20 y con una instancia en la que se identificara con nombre y apellidos las presentadas. Un trabajo ingente que, gracias a la colaboración de algunos espontáneos, terminamos por resolver. Lo curioso es que la Junta ha decidido aplicarnos una norma estatal cuando, en la regulación de la propia Junta, no existe ningún requisito de este tipo. La solución era denunciar a la Junta o agachar las orejas y tragar. Mucho trabajo, algunos disgustos, pero todo un éxito, sin duda. Muchas gracias a todos por vuestra participación y colaboración.