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Crónica del verano en el Parque Natural

Como cada año, el Parque Natural recibe durante el verano una gran afluencia de visitantes. A menudo, la carga o presión que se ejerce sobre el espacio natural protegido es superior a la que sería compatible con su conservación, ya que no se ejerce un control o regulación adecuados por parte de las administraciones y autoridades competentes. Relatamos brevemente en este artículo los principales asuntos con mayor protagonismo durante el pasado verano.

ACAMPADA ILEGAL
Desde hace varios años se viene produciendo en los meses de verano una concentración irregular e ilegal de caravanas y autocaravanas en diversos puntos del Parque, fundamentalmente en las inmediaciones de La Fabriquilla, El Playazo de Rodalquilar, Las Negras y la Cala del Plomo. Este año la situación ha ido en aumento, convirtiéndose en un auténtico desmadre. Las inmediaciones de La Fabriquilla han registrado una concentración de caravanas y autocaravanas sin precedentes, llegando a organizarse en alineaciones, formando calles como si estuvieran en un camping. Pese a que la prensa local se hizo eco de esta situación irregular, los acampados han gozado de la misma impunidad que en años anteriores y la situación se sigue permitiendo sin ningún tipo de rubor por parte de las autoridades responsables, que saben que esto está prohibido.


Foto : Caravanas y autocaravanas en La Fabriquilla © FG
 

La letra f del punto 6 del artículo 5.3.7 del Decreto 37/2008, de 5 de febrero por el que se aprueban el PORN y PRUG del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y se precisan los límites del citado Parque Natural, en lo referente al uso público, educación ambiental y actividades turísticas vinculadas al medio natural, prohíbe: “La acampada y el aparcamiento permanente o temporal fuera de los campamentos de turismo y áreas de acampada, entre el ocaso y la salida del sol, de vehículos habilitados como viviendas, y la construcción de habitáculos con cualquier tipo de materiales.” En el mismo sentido, el punto 6 de artículo 5.3.10 del citado Decreto dice textualmente: “Queda prohibida la instalación de viviendas prefabricadas y portátiles (módulos, caravanas y vagonetas, entre otros), el aparcamiento permanente o temporal (más de veinticuatro horas) de vehículos habilitados como viviendas (autobuses y camiones, entre otros), la construcción de habitáculos (trasteros, cocheras y barracas entre otros) con todo tipo de materiales incluidos los de desecho.”

Fotos: Caravanas y autocaravanas en La Fabriquilla © FG
 

La Ley de Costas establece en el artículo 33.5, en relación con la utilización del dominio público marítimo-terrestre, que: “Quedarán prohibidos el estacionamiento y la circulación no autorizada de vehículos, así como los campamentos y acampadas.”, algo que se incumple especialmente en el Playazo de Rodalquilar y la Cala del Plomo, donde los vehículos están prácticamente sobre la arena de la playa.

El Ayuntamiento de Níjar, además, publicó una ordenanza en la que prohíbe aparcar en vías públicas no autorizadas y en las playas del municipio a vehículos voluminosos (caravanas, autocaravanas, autobuses y camiones, entre otros), que deberán hacerlo en los lugares habilitados para tal fin, sin obstaculizar ni entorpecer el libre tránsito a otros vehículos y personas.

Por lo tanto, la normativa es bien clara. En todo el Parque Natural está prohibido acampar fuera de los campamentos de turismo y áreas de acampada, como no podía ser de otro modo. En cuanto a aparcar, queda prohibido en el dominio público marítimo-terrestre (en todo momento y para cualquier vehículo) y en el resto de zonas del Parque, no podrá hacerse de forma temporal o permanente entre el ocaso y la salida del sol. Además, dentro del municipio de Níjar, los vehículos voluminosos no podrán aparcar en las playas ni en las vías públicas no autorizadas.

Afortunadamente, la gran mayoría de usuarios de caravanas y autocaravanas que visitan nuestro Parque Natural demuestran un comportamiento adecuado y acampan o aparcan en lugares habilitados para ello, pero el comportamiento incívico de unos pocos crea una muy mala imagen de este espacio protegido, que tendría una fácil solución si las autoridades competentes hicieran cumplir la legislación vigente, que para eso está, pero por algún extraño motivo, tal vez por desidia, por el “todo vale” en este Parque o por lo que sea, seguimos padeciendo los efectos de esta práctica ilegal.

 

Fotos:
La Fabriquilla © FG
Playazo de Rodalquilar © PC

 
     

PLAGAS DE INSECTOS
Cada año, con la llegada de la época estival, distintas plagas de insectos, como mosquitos, abejas o moscas, afectan a la actividad de comercios y causan molestias a los habitantes y visitantes del Parque Natural.

El pasado verano a principios de julio los ciudadanos de Carboneras, Agua Amarga y otros lugares del Parque sufrieron una plaga de moscas nunca vista por estos alrededores. No se podía estar en el exterior ni en los porches de las casas, hoteles, ni en las áreas externas de los alojamientos turísticos, jardines y piscinas, así como en restaurantes, etc. La barriada de Agua Amarga en particular y sus alrededores (La Joya) viven principalmente del turismo, por lo que los visitantes y clientes que estuvieron en esas fechas manifestaron sus quejas a los respectivos establecimientos, incluso se llegaron a producir cancelación de reservas.

Es práctica habitual en los cultivos al aire libre de esta zona, también en otras áreas del Parque, la de en lugar de recoger los frutos que no estén en buenas condiciones en contenedores cerrados para depositarlos en un vertedero autorizado, como indica la normativa, los dejan en el propio terreno de cultivo, para que el ganado de la zona se alimente, sobre todo en cultivos de melón y sandía, práctica confirmada por los lugareños que cuidan estos animales. De esta manera algunos productores se ahorran parte de los costes de producción y argumentan que es muy ecológico porque así todo se recicla.

Mientras los restos de cultivo, incluidos los frutos desechados, permanecen a la intemperie, se produce la putrefacción de los mismos, atrayendo una importante cantidad de moscas y otros insectos. Las moscas proliferan en gran número por las altas temperaturas y a medida que se van enterrando los restos del cultivo, se van quedando sin alimento y se trasladan hacia las zonas habitadas de los alrededores.

 

Esta práctica ha sido una de las causas de la plaga de moscas que este verano ha afectado a Agua Amarga y zonas circundantes, ocasionando diversos perjuicios a los ciudadanos. Las moscas pueden transmitir enfermedades, ocasionan molestias a las personas, causando una mala imagen a los visitantes de nuestro Parque y el consecuente perjuicio para los empresarios turísticos de la zona. El abandono de restos vegetales en el campo y su putrefacción ocasiona un impacto negativo no solo para el medio ambiente sino también para la propia actividad agrícola del Parque Natural.

Considerando el perjuicio que esta práctica de no recogida de residuos está causando a los empresarios turísticos de la zona y a la población en general, la administración correspondiente debería adoptar las medidas necesarias para evitar que en lo sucesivo se vuelvan a repetir estos episodios tan lamentables de sobrepoblación de moscas.

 
Fotos: Insectos en frutas desechadas © CG
 
 

APARCAMIENTOS EN LAS PLAYAS
Aparcar durante el verano en las playas del Parque ofrece novedades todos los años, porque lejos de buscar una solución definitiva y bien planificada, las administraciones no dejan de improvisar ocurrencias y evitan poner en práctica un plan de movilidad integral que satisfaga las necesidades concretas de los accesos a las playas del Parque, haciendo posible un uso y disfrute de las playas de modo compatible con la conservación del espacio protegido.

Si el año pasado había que pagar cuatro euros por estacionar en los aparcamientos de las playas de San José, este año no ha habido que hacerlo, pero sí por usar el autobús para ir a las playas, nada menos que tres euros. Se supone que debe fomentarse el transporte público y disuadir, de algún modo, la utilización del vehículo particular, pero se ha promovido todo lo contrario, por lo que la medida no tiene mucho sentido, pero sí una explicación: resulta que este año el Ayuntamiento de Níjar no ha llegado a un acuerdo con la empresa Torres y González Díaz S.L., propietaria de los terrenos en los que se encuentra el aparcamiento de la playa de Los Genoveses. El Ayuntamiento de Níjar está investigando la titularidad de esos terrenos, por si fueran públicos y así poder ingresar dinero en las arcas municipales por el estacionamiento de los vehículos durante el verano, porque el hecho de no cobrar este año es un algo transitorio, a la espera de solucionar diversos asuntos administrativos. Ya veremos cómo se encarga el Ayuntamiento de recuperar el dinero que ha dejado de ingresar este verano.

 
Fotos: Obras del aparcamiento de la Playa de los Muertos © CG
 
La playa de Los Muertos ha contado este año con un nuevo aparcamiento realizado por el Ayuntamiento de Carboneras, que ha contado con la autorización de la antigua Consejería de Medio Ambiente (recordemos que el verano pasado el Ayuntamiento fue sancionado por hacer las obras sin autorización). Como suele pasar con la mayoría de obras públicas, no se terminó a tiempo, por lo que a principios del verano todavía estaba en obras. Unas obras que, a nuestro parecer, resultan desproporcionadas, para simplemente acondicionar un terreno que se usa tres meses al año como aparcamiento y para el que no se precisa utilizar bordillos de cemento y hormigón. El consistorio carbonero no parece estar por la labor de proporcionar transporte público para esta playa, algo que reduciría el uso del vehículo particular y haría innecesario hacer un parking de tan magnas dimensiones. Por otra parte, los coches de algunos usuarios de la playa siguen aparcando a lo largo de la carretera de acceso al faro de Mesa Roldán, sin que nadie haga nada para impedirlo, por lo que el problema no acaba de darse por zanjado.
 
 
  Fotos: Obras del aparcamiento de la Playa de los Muertos © CG
   

En el Playazo de Rodalquilar el asunto de los aparcamientos se ha mantenido igual que en años anteriores, es decir, sin ningún tipo de control ni regulación. Las explanadas que el verano pasado habilitó el Ayuntamiento de Níjar en las proximidades de la playa, este año no han estado disponibles, pero la situación no ha variado nada, porque el año pasado no se utilizaron. Los coches se siguen aparcando en cualquier lugar donde buenamente puedan acceder, eso sí, lo más cerca posible de la playa, sin importar la posible agresión que puedan ocasionar al medio ambiente y los problemas de circulación y seguridad que llevan consigo.
En cuanto a los accesos y aparcamiento en las calas próximas al faro de Cabo de Gata, Cala Rajá, Cala Arena y El Corralete, al igual que en años anteriores, los coches han podido acceder a ellas y aparcar sin ningún tipo de control y regulación. Algo similar ha sucedido con la Cala del Plomo, que soporta durante el verano una elevada presión de vehículos.
No sabemos si por incapacidad, desidia o falta de voluntad, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente no ejerce un control y regulación en todas las playas y calas del Parque que lo necesitan durante el verano. No parece muy coherente que se regule el acceso en algunas playas y calas y en otras no, cuando sabemos que todas soportan una carga mayor de la que resulta compatible con la conservación del medio natural.

SUCIEDAD Y BASURAS
Con la afluencia masiva de visitantes a los diferentes núcleos de población del Parque, parece que las tareas de limpieza no son proporcionales a las necesidades que el aumento temporal de población requiere. Este verano las poblaciones del Parque han presentado en general un aspecto de falta de cuidado y limpieza. Los ciudadanos se han quejado de falta de limpieza en algunas calles, de las papeleras desbordadas, de un charco permanente de aguas residuales al final del paseo marítimo de San José, acumulación de desechos en la bajada a la playa de La Isleta del Moro, etc. En las playas, aunque la cosa va mejorando con respecto a años anteriores, este verano se ha vuelto a repetir la imagen dantesca de la acumulación de gran cantidad de bolsas de basura en la Playa de Los Muertos.

Fotos: Basura en la Playa de Los Muertos © JS

Si bien es cierto que la mayor parte de la suciedad y depósito de basuras en lugares inapropiados es el resultado del comportamiento incívico de unos pocos, las autoridades responsables podrían adoptar medidas para evitar que esto se produzca, por una parte incrementando los servicios de limpieza en los meses de verano y por otra proporcionando una mayor educación ambiental a los visitantes y habitantes del Parque. Por otra parte, aunque sea impopular y resulte desagradable, si es necesario, debe recurrirse a medidas disuasorias por la vía de la sanción económica, porque con los tiempos que corren, seguro que, a quien le toquen el bolsillo, aprende rápido.

Asociación Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar