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Las Presillas Bajas: Núcleos de población del Parque

Las Presillas Bajas es una pintoresca barriada del municipio de Níjar en el interior del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, a pocos kilómetros de la costa. Se encuentra enclavada entre el Cerro del Garbanzal (al oeste) y el Cerro de la Viña (al este). El acceso a la misma se realiza desde la carretera AL4200 que va dirección a Los Escullos, desde la que tenemos que tomar un desvío en el que se indica claramente señalizado el nombre del pequeño núcleo de población.

El topónimo procede, al parecer, de la existencia de una cárcel (un presidio) durante la II República, de donde procedería el nombre de "Presillas" y lo de "Bajas" es debido a la existencia de unos cortijos situados unos kilómetros al norte y a mayor elevación, además de diferenciar en su día a una cortijada de otra, la situada más al norte se denominó Presillas Altas y la situada más al sur, se la denominó Presillas Bajas.

Foto: Vista de Las Presillas Bajas © Oscar Molina

Aunque la actual barriada tiene sus orígenes muy probablemente a principios del siglo pasado o finales del S. XIX, se tiene constancia de asentamientos prehistóricos de la Edad del Cobre y posteriores de la Época Romana por la existencia de un yacimiento arqueológico en Las Presillas Bajas. Este yacimiento ha sido sometido a tareas agrícolas y a la acción de la erosión lo que ha producido la pérdida casi total de las estructuras funerarias romanas. Sin embargo, se conservan parte de algunas estructuras de la Edad del Cobre, según los materiales superficiales. Su extensión no es muy grande, ocupando varias lenguas que caen hacia la rambla (Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico).

El número de habitantes censados en la actualidad es de 12, aunque la barriada incrementa notablemente su población durante el verano, por la ocupación de segundas viviendas y alojamientos turísticos existentes.

El mayor auge de población de Las Presillas Bajas tuvo lugar hacia mediados del siglo pasado, fundamentalmente por la actividad minera de Rodalquilar. La agricultura también fue una actividad importante en el siglo pasado, de lo que da testimonio la existencia de una era empedrada en la entrada de la barriada, así como la presencia de bancales formados mediante terrazas con balates de piedra, que circundan el núcleo de población.  
   

La visita a Las Presillas Bajas podemos iniciarla desde una plaza recientemente habilitada (en el año 2008) junto a una vieja era que nos encontramos nada más llegar a la citada barriada. Se trata de la plaza Maestro Montesinos, en honor al maestro industrial de oficios varios que ejerció en la Escuela de Formación Profesional de Almería durante más de 30 años y que vivió su jubilación en Las Presillas Bajas donde regentó un restaurante junto con su mujer. El afecto de sus vecinos le hicieron merecedor de esta plaza con su nombre.

La trama urbana se articula en torno a dos calles principales y ocupa una superficie de algo más de 26000 m2. Desde la plaza, en la que hay un aparcamiento para vehículos, podemos ascender por la calle Las Laderas desde la que parten, transversalmente a ella, las calles Zaguán, Rocío y Chafarinas. Al final de la calle Las Laderas nos encontramos con las viviendas de más reciente construcción, siendo esta la "zona nueva" de Las Presillas Bajas.

La mayoría de las viviendas son de una sola planta, siendo de dos alturas las de más reciente construcción. El color de sus fachadas es predominantemente el blanco y conservan la tipología típica en el Parque Natural (cubiertas planas, reducidos huecos en fachadas y volúmenes sencillos).

La otra calle principal de la barriada es la Calle Perdigal que discurre por la parte baja de la población hasta llegar a la Rambla de la Majada Redonda. En esta calle nos encontramos la mayoría de las primitivas viviendas que dieron origen a Las Presillas Bajas. Transversales a esta calle nos vamos encontrando otras más pequeñas como la Calle Cruz o la Calle Hiedra y alguna paralela de acceso peatonal, como la Calle Encuentro, que conserva el encanto de las viviendas de arquitectura popular.

 

 

Fotos:
Vista de Las Presillas Bajas © OM
Era de Las Presillas Bajas © JG
Calle Zaguán © JG
Plaza Maestro Montesinos © JG

FUENTE: INE
 

Ortofoto de Las Presillas Bajas © IGN

 

El silencio y la tranquilidad imperan en todas las calles de la barriada, casi sin coches y sin actividades bulliciosas, lo que ha sido un atractivo para la mayoría de sus nuevos pobladores o propietarios de segundas residencias.

La calle Perdigal termina en la Rambla de la Majada Redonda, como ya se había dicho. Desde allí se inicia un sendero muy frecuentado por los visitantes del Parque Natural, se trata del sendero de la caldera volcánica de Majada Redonda, que discurre durante casi 3 km rambla arriba. Es muy recomendable hacer este cómodo sendero y llegar hasta el centro de la caldera donde emerge un promontorio rocoso de lava solidificada desde el que se observa la estructura circular de dicha formación.

Las Presillas Bajas está situada junto al antiguo Camino del Campo que desde Tabernas atravesaba Sierra Alhamilla, Huebro, Níjar con sus campos de Acá y de Allá y, a través de las ramblas de la Paniza y de la Majada Redonda, bajaba hasta el embarcadero de Inox. Este camino aparece documentado en el siglo XVI, aunque los restos arqueológicos delatan mayor antigüedad (Gil Albarracín, 2000).

Las Presillas Altas se encuentran a unos 3 Km hacia el norte, inicialmente subiendo por la rambla y posteriormente desviándonos por un camino que nos conduce a la cortijada, en la que podemos ver dispersos varios cortijos en ruinas y junto a uno de ellos un alojamiento ganadero y un aljibe recientemente restaurado. En los alrededores de dicha cortijada podemos ver antiguos campos de cultivo de cereales y numerosas pedrizas para la formación de bancales en las laderas.

 

 
 
 
 
Fotos:
Arquitectura popular © JG
Sendero de Majada Redonda © JG
Collado de las Presillas Altas © JG
Las Presillas Altas © MA

A unos 2,5 km de Las Presillas Bajas podemos acceder desde la carretera hasta Los Escullos, donde existe una pequeña barriada en torno al Castillo de San Felipe (S. XVIII). La construcción militar fue proyectada por José Crame en 1765 y combina en su plano una batería artillera de barbeta en su fachada marítima, con estancias comunes, capilla y cuarteles, dispuestos en torno a un patio y un hornabeque con barbacana y foso (Gil Albarracín, 2000). En el año 1991 fue restaurado por la Junta de Andalucía, destinándose durante años a albergar diferentes actividades culturales. Actualmente se encuentra cerrado. Junto al castillo podemos disfrutar de un frente litoral de excepcional belleza, en el que alternan una extensa playa de arena (Playa del Arco) con acantilados de escollos por la fragmentación de una duna fósil compuesta de oolitas por la acción erosiva de las olas del mar.

En Las Presillas Bajas vivió durante varios años la periodista y escritora Mercedes Soriano (1953-2002) autora de varias novelas, entre las que destacamos la titulada Una prudente distancia (1994) por estar ambientada en Las Presillas Bajas. También en esta barriada vivió algunos años la fotógrafa afincada en el Parque, Jeanne Chevalier, autora de diversos libros de fotografías realizadas en el Parque Natural.

 
Fotos:
Acantilados de Los Escullos y Castillo de San Felipe © OM
Playa del Arco © OM
 

Las Presillas Bajas es un lugar de visita obligada para todos aquellos que deseen realizar el sendero hasta la caldera volcánica de Majada Redonda y disfrutar con la quietud, el silencio y el sosiego de una localidad que conserva la esencia de su pasado.

Francisco Gálvez